No cabe duda de que los idiomas extranjeros son cada vez más
solicitados como parte de la formación para el trabajo. En un mundo
globalizado, el ser capaz de manejarse en varios idiomas es un plus muy
importante a la hora de encontrar trabajo. De todos los idiomas más requeridos
el inglés es el que se lleva la palma, por supuesto. Un informe de 2013 de
Adecco, empresa de recursos humanos con base en Zúrich, revelaba que el 88,9 %
de las ofertas de esta compañía de empleo exigía inglés. Los otro idiomas que le
seguían, aunque con mucha diferencia, eran el francés y el alemán.
Tanto para el trabajo dentro del país como para trabajar en
el extranjero pueden solicitar certificados que avalen los conocimientos en
idiomas, pero sobre todo los requerirán las universidades en caso de que uno
desee estudiar en el extranjero. Incluso actualmente en España se requiere el
certificado de un nivel B1 para la inscripción en algunos cursos, como por
ejemplo los másteres.
En clase estuvimos viendo algunas de las organizaciones de
certificaciones para el idioma inglés más importantes. Los certificados
adquieren importancia por el prestigio de las instituciones que los respaldan,
obtenido gracias a la confianza que se deposita en la forma en que se obtienen
dichos certificados. Ese prestigio se ve avalado e incrementado por el
requerimiento que se haga de los mismos por parte de otras instituciones que
necesiten comprobar los niveles de conocimiento e incluso por parte del propio
Estado.
Vimos que algunas de dichas instituciones respaldan la certificación también en otros ámbitos. Dentro del ámbito educativo existen certificados que avalan las competencias necesarias para ejercer como docente de inglés. Como ejemplo tenemos el TKT, Teaching Knowledge Test de la Universidad de Cambridge.
Para poder opositar en España a fin de trabajar como docente para la administración pública lo más conveniente parece que es estar en posesión de los certificados de la Escuela Oficial de Idiomas ya que se obtienen puntos por cada nivel aprobado. En cambio los certificados expedidos por organizaciones internacionales solo otorgan puntaje por el nivel más alto obtenido. Este aspecto se me antoja un poco discriminatorio ya que no todos hemos estudiado en la Escuela Oficial de Idiomas pero contamos con el mismo nivel formativo acreditado por instituciones de igual o mayor prestigio internacional.
Se debe tener en cuenta, además, que para poder opositar
como docente, además de tener los estudios correspondientes de grado, o
licenciatura, y máster se requiere ser ciudadano español o ciudadano de un país
de la Unión Europea. Esto último me parece hasta cierto punto injusto e incoherente. En otras palabras,
si una persona emigra a España desde un país de fuera de la Unión Europea, vive
con el permiso de residencia, trabaja y estudia y paga impuestos aquí, tiene
menos derechos que otra persona que emigra desde un país de la Unión Europea.
Creo que este es un punto que se debería rever, máxime si se supone que se está
valorando la idoneidad de futuros docentes que deberán educar para un mundo más
justo, más equitativo y sin discriminación de ningún tipo.
Los requisitos para opositar para trabajar en el Instituto
Cervantes son más coherentes en ese sentido que apuntábamos más arriba ya que
además de los ciudadanos españoles y los ciudadanos de otros países de Unión
Europea pueden hacerlo aquellos ciudadanos de otros países fuera de la UE
siempre que se encuentren residiendo en España de forma legal.
En definitiva, resulta beneficioso contar con un certificado de idiomas tanto para conocer el nivel de competencia de la lengua, aunque esto pueden variar con el tiempo en la medida de su práctica, como para acreditar la misma. Sin embargo, conviene informarse sobre qué tipos de certificados son los más convenientes según los fines para que se vayan a emplear. En general, para trabajar en cuestiones
que no involucren docencia del idioma en cuestión, no nos pedirán tanto un
certificado sino que sepamos manejarnos en dicho idioma. En cambio, en el ámbito educativo, principalmente universidades extranjeras, sí que nos solicitarán
dichos certificados. Además, como ya anotamos más arriba y vimos en clase, para
las oposiciones para profesorado es conveniente estar en posesión de
certificados de la Escuela Oficial de Idiomas ya que éstos puntúan por cada curso y no
solo por el mayor nivel alcanzado.
En el artículo de El País titulado: <Estos son los certificados de idiomas que te pedirán para estudiar fuera> aparecen algunas de las instituciones de certificación de inglés que vimos en clase e instituciones de certificación de algunas otras lenguas. Me pareció que podía ser de utilidad para tener un panorama general del tema. Dicho artículo revela, incluso, los precios de algunos certificados. Sin embargo, se debe tener en cuenta que dicho artículo fue escrito en el 2015 por lo que probablemente estos precios hayan variado.
¡Hola, Stella! En primer lugar, quería decirte que tu publicación me ha gustado mucho, haces unas reflexiones muy interesantes. Efectivamente, en la era en la que vivimos resulta prácticamente indispensable el aprendizaje de idiomas, especialmente de la lengua franca actual: el inglés. Como bien indicas, un certificado que acredite el nivel de lengua extranjera es un requisito para optar a muchos puestos de trabajo, así como para acceder a estudios de posgrado o para estudiar en el extranjero.
ResponderEliminarRespecto a los requisitos de las oposiciones, pienso que deberían ser los mismos que los del Instituto Cervantes, que son mucho más justos y coherentes. En cuanto a los certificados de idiomas, es cierto que para las oposiciones solo se aceptan los de la EOI y esto efectivamente limita opciones; no obstante, está bien que los títulos de los niveles más básicos también puntúen algo en el baremo y no solo los de niveles avanzados.
Por último, muchas gracias por dejar el enlace al artículo del periódico; aunque sea del 2015, puede servir para que nos orientemos de qué se demanda en otros países en cuanto a conocimiento de idiomas. Eso es todo, ¡un saludo!
¡Muy interesante, Stella! Coincido contigo en el aumento de la importancia del inglés en los últimos años a nivel laboral. Es curioso cómo, no hace mucho, el rol del inglés en los puestos de trabajo lo tenía el francés. Aunque continue a ser una lengua muy presente en instituciones europeas, es el inglés el ejemplo que se nos viene a la mente al oír hablar de lengua franca en la actualidad. Además, estoy de acuerdo con tu desagrado hacia la obligación de tener la nacionalidad española para poder opositar en España, sobre todo teniendo en cuenta que esto puede suponer la diferencia entre dos personas que cumplen los mismos requisitos y poseen los mismos estudios (es decir, la misma puntuación). Debo añadir que en lo referente a las oposiciones específicamente, me parece incoherente que solo los certificados expedidos por la EOI tengan validez (o que tengan mayor puntuación), sobre todo si ya tienes una certificación completamente válida. Cierto es que, a nivel de precios, la EOI suele ser una opción más atractiva, sin embargo, no me parece coherente que certificaciones con validez a nivel internacional no sean igual de válidas y que los/as candidatos/as opositores/as se vean obligados a realizar una vez más una prueba para demostrar su dominio. ¡Un saludo!
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